Haces que vuele tan alto...quererte tanto no cuesta trabajo.

Medio año. 182 dias. A tu lado. Compartiendo desayunos de risas y de bizcochos hechos por mi madre. Mensajes de buenas noches y otroas que no cuentan nada en especial, pero donde se puede leer entre lineas "necesito de ti". Paseos con Yago, ese precioso cachorro que comenzó siendo mio y ya es nuestro. De nuestra variedad de te quieros: con sabor a menta, de despedida, en mitad de una discusión o como punto y final. Lo nuestro va de te quieros dichos con el corazón, en ocasiones escritos con las teclas del móvil y en otras tatuados en la palma de tu mano con mi boligrafo.

Pero tampoco nos hemos librado de los baches, los cuales hemos tenido que saltar cogidos de la mano, porque sino hubieras estado ahi susurrándome que podiamos salir adelante, yo seguiria bloqueada mirando como nuestra maravillosa historia se iba rompiendo por las pesadillas del pasado.

Si, ya han pasado seis meses desde aquel 25 de Agosto en el que después de dos semanas de estúpidas dudas. Después de dos meses esperando a que dieras el paso. Después de un año de habernos conocido. Te dije que queria ser feliz contigo, y ahora a 25 de Febrero sé que no me equivoqué. Porque aunque hubieras sido un error volveria a cometerlo una y otra vez solo por ver como me miras cuando el silencio nos consume y las ganas nos pueden. Porque si fueras una piedra en el camino no me cansaria de tropezar contigo.

Todo tu amor huyó por la ventana.

Durante toda mi vida he sido bipolar. Es un hecho. He sufrido oleadas de tristeza crónica y he remontado la ola con esa sonrisa facilona que tengo. Ahora, a mis 19 primaveras reflexiono sobre mi existencia. Si, pienso en todas aquellas cosas que hice y de las que después me arrepentí. De esas otras que aún rondan por mi cabeza y que nunca tuve el valor de cumplir. Caigo en el pozo de las personas que conocí y que ojala nunca les hubiera abierto la puerta de mi vida (y en ocasiones la de mi corazón), y en otras que apenas les abrí una ventana y se hubieran merecido mucho más...Recuerdo especialmente a una persona que quiso enseñarme su mundo, que no me hizo promesas vacías, que parecía que todo podía ser posible si le mirabas a los ojos, y no te perdías en ese océano azul que tenia por iris. Después de casi cuatro años, de varias historias acabadas, de una comenzada, de intentar hacernos los cuerdos, de evitarnos...después de todo el daño que te hice y del que tú me hiciste a mi, sigo teniendo la espinita clavada. Sé que no hubiéramos llegado muy lejos. A ti te faltaba comunicación y a mi me sobraba palabrería. Tú querías centrarte en nosotros dos y yo siempre estuve centrada de más en que fuéramos tres. Pero es gracias a esta historia que algo en mi cerebro hizo clic. A partir de entonces me prometí no dejar más sentimientos en mi interior, que te producen úlceras sentimentales y dolores agudos de cabeza. Gracias a ti me arriesgué a conocer a personas por el simple hecho de no tener que decir después, que pena, ¿porque no lo intenté? Uno me salió rana y el que parecía sapo me hace la persona más feliz del mundo. Supongo que no estábamos destinados a estar juntos, pero si a cambiarnos la existencia mutuamente. Y eso, después de todo lo que tú y yo hemos vivido, es bonito. Muy bonito.

La vida sin ti no me vale de ná.

Imagina que no nos hubieramos conocido. Que yo nunca hubiera podido reirme a carcajadas de tus incoherencias, ni tú quedarte colgado de mis palabras. Piensa en todos esos momentos que no hubieramos podido vivir, ni besar, ni disfrutar como nosotros lo hacemos. Cuenta todas las llamadas que no harias, todos los mensajes que no enviarias. Todos aquellos textos que te he dedicado y que jamás leerias.

No conocerte hubiera sido el peor error que hubiera podido cometer. Porque mucho tiempo me negué a conocerte. No me interesabas. Al parecer no tenías significado en mi vida, a pesar de que solias aparecer cada cierto tiempo. Por eso has cambiado mi existencia. Porque pasaste de ser alguien inexistente que estaba guardado en el fondo de mis subconsciente a ser el protagonista de la mejor historia que he tenido entre mis manos. Que si fueras un libro ten por seguro que me enamoraria de cada una de sus páginas. Porque eres la letra más bonita que alguien haya grabado alguna vez en mi piel.

Tu amor me hace grande.

Son muchas las ocasiones en las que tengo miedo. Miedo de perderte. De quererte más de lo que pueda pensar, de lo que tú puedas imaginar. Miedo a que te canses de mi. De mis inseguridades, de esos perennes pensamientos que me llevan a dudar de ti, de que me puedas querer tanto como a veces insinuas. Vértigo. Suele pasar cuando vives muchas situaciones al limite, en la frontera de la cordura y de repente te alejas y puedes respirar tranquila. Pero aunque no lo quieras a veces en medio de la noche, te entra de nuevo la taquicardia, y respirar se convierte en una tarea dificil porque la angustia te atormenta hasta el último átomo de tu cuerpo. Y es que imaginar una vida sin ti es probablemente lo más doloroso que puede crear mi mente. Lo que más miedo me puede dar.

Enredada en la alambrada de tu voz.

A comienzos de Mayo las promesas vacias que el chico de los ojos azules habia murmurado se las acabó llevando el viento. Las promesas, la ilusión, las ganas de comerme el mundo. Esperaba un milagro de la primavera. Tú fuiste mi milagro. Llegaste tiempo atrás haciendo ruido, pero mis oidos nunca prestaron demasiada atención. Cuando nos reencontramos, habias cambiado la fórmula y con ello el resultado. Dejaste de lado las bromas que nunca me hicieron gracia y me diste tu conversación, tu alegria, tu forma de ver la vida, tan especial, tan tuya. Aquella época que se presuponia triste y melancolica se pintó de colores, de canciones, de sonidos, de sentimientos que aún hoy, nueve meses después puedo recordar como si fuera ayer. Y sé que nunca se me olvidará. Porque eres indeleble, imborrable, irreemplazable.

Eres el jodido atisbo de felicidad permanente entre el caos.

Te quiero, y lo hago porque tú luchas todos los días porque lo siga haciendo. Lo hago porque no descansas, porque aún cuando has tenido un día jodido, te quedan fuerzas para hacerme reir a mi. Te quiero porque de los dos tú eres el que flota, el que no deja que nos hundamos, porque nos mantienes herguidos, nos mantienes juntos. Y eso es increible. Porque haces que todo cobre sentido, porque tu voz me incita a sonreir, a cantar, a pensar que todo es posible siempre que te tenga a mi lado. No quiero dejar que ni el tiempo, ni las dudas se lleven por delante todo aquello que estamos consiguiendo, porque de repente noto esa sensación, esa que no te consuelas por retenerla ahí en el pecho, esa que necesitas compartir, eso a lo que la gente llama felicidad, y que por mi parte, no tiene nombre. He aprendido que es compartirlo todo, a sentirte como si fueras una parte de mi, a necesitarte hasta cuando te tengo. Porque de eso se trata lo nuestro, de que cada vez queremos más, no nos damos por vencidos, porque sabemos que juntos, la felicidad no tiene limites, y siempre se puede ir más allá.