Lectores

lunes, 12 de abril de 2010

¿Qué hay más allá de tu simple mirada? ¿qué esconden tus gestos? ¿qué dibujan tus sonrisas? No eres más que un villano escandilado por una luz cegadora que viene de mi pero que no soy yo, tú papel no es de caballero solitario, todos lo sabemos, no hace falta que cambiemos los roles. Tú seguirás siendo tú y yo seguire siendo yo. Cada uno a nuestra manera (y así nos va). No puedo esperar que me regales rosas porque sé que tú no tendrías suficiente con un jardín completo, no te gustan las sonrisas falsas, prefieras una mitad que te haga reir a ti de vez en cuando y si es posible que te done su alegría para seguir disimulando. Para que derepente nos miremos y volvamos la vista al pasado, pero a escondidas, no sería bueno que ninguno de los dos supiera este pequeño secreto. ¡Pum! Ahí está la chispa de nuevo, es un continuo devenir, ni contigo ni sin ti, todo era más fácil cuando una humilde servidora controlaba al villano, ahora yo también estoy perdida y si me despito eres tú quién controla hasta mi respiración. Tengo suerte de que el acceso a mi corazón para ti esté restringido porque sino los infartos de miocardio serian continuos. Suerte de que tú siempre has deseado lo mejor para mi corazón.

viernes, 9 de abril de 2010

Nunca había sufrido tanto como lo hago en la actualidad. Ya es oficial. Hoy he perdido los estribos y las lágrimas han salido solas en pleno momento de añoranza, he revivido momentos que dejé en un pasado muy lejano y que creía que nunca volverían a cruzarse en mi camino. Tenia la extraña certeza, por llamarlo de alguna manera, de que con una historia de amor trágica en la vida ya tenias más que suficiente. Que equivocada estaba. Ahora mismo me encuentro perdida en esta tragicomedia y es que todo sería mucho más llevadero si ninguno sintiera algo por mi. Pero es que lo peor de nuestro cuento (que nunca fue de hadas) es que sentimos algo más allá de la amistad pero que está prohibido por esa misma amistad. No entiendo porque mi corazón se niega a olvidar hasta los momentos más agridulces, los cuales saboreo ahora con la esperanza de no cometer los mismos errores en un futuro. El ser humano es el único animal que tropiezan dos veces con la misma piedra, y ésta a mi ya me ha provocado demasiadas fracturas por lo que llego el momento de cambiar el camino.

lunes, 5 de abril de 2010

Que toda tu risa le gane ese pulso al dolor.

He tenido miedo, he sufrido ataques directos al corazón, de esos que dejan huella. Pero nunca esperé que si me dejabas huella fuera por esta razón. Te adentraste en cada uno de los poros de mi piel, en cada uno de mis pensamientos, fuiste parte de mis ideas y rompiste los espejismos de ayer. A pesar de la multitud de silencios de los que hemos sido protagonistas y de lo mucho que me dolia aquella ausencia de palabras continua, lo anhelo, anhelo hasta el pestañeo de tus ojos. Tus maravillosos ojos, aquellos que me enamoraron desde el primer momentos y que fueron testigos del primer suspiro y del último enfado. Contigo me ilusioné como nunca antes lo había hecho, tenías la capacidad, el don, el talento de hacerme feliz cada mañana, solo nos bastaba una ojeada para que en nuestras caras se dibujarán sonrisas que iban cogidas de la mano.
Pero tú siempre fuiste mi lluvia, sabiamos que la tormenta llegarías antes o después, no deberiamos haber sido tan ingenuos al pesar que todo iba a ser fácil. ¿Cómo iba a ser fácil si lo habiamos complicado todo haciendo dificil? Sí habiamos convertido nuestra complicidad en un tema público, no era de extrañar que aquella bomba nos estallara en las manos. Estuvimos a un paso de la felicidad más absoluta, pero lo dejamos pasar. Yo me dejé enamorar por otro que no sufria de pánico escénico y tú te dejaste engañar por ese mismo que no sufria de remordimientos.