Lectores

domingo, 8 de enero de 2012

Quiero ser eterna, quiero ser canción.

Todos tenemos canciones que marcan alguna etapa de nuestra vida. Que dejan su huella indeleble para siempre en algún recóndito rincón de nuestra piel y porque no de nuestra alma. Mi infancia estuvo marcada por las canciones romanticonas que formaron parte de una larga historia de amor, la de mis padres. Con apenas cuatro años me podias escuchar cantando canciones de lo más variopintas. Desde una chica que se fue para no volver, pasando por una madre coraje y acabando por una pareja que se divertian como niños y pasaban los lunes como si fueran domingos. Durante toda la vida pude ver como mi madre se emocionaba al oirlas, como la trasladaban a esa época en la que se tenía que esconder para poder besar al que unos años después seria su marido. Y mi padre me hacia cómplice de su historia cuando al acorde de alguna de sus letras favoritas me contaba como se las ingeniaba para poder ver aquella chica rubia que contra todo pronóstico acabó robándole el corazón.
Ahora soy yo la que está escribiendo su propio cuento, y a pesar de los años y de todo lo que nos diferencia, tenemos la misma banda sonora. Porque después de años y años escuchando esas voces y esas letras, por fin, las comprendo y solo espero que el destino me tenga guardado lo mismo que a mis padres, felicidad en estado puro y amor después de veinte años juntos.

3 comentarios:

rocío del carmen dijo...

gracias por tu comentario en mi blog, me alegró bastante :)
con respecto a tu entrada...puedo decir que me da muchísima envidia! pero envidia sana jejeje...mis padres tb siguen juntos después de 27 años,pero ellos no son de los q están enamorados al cien por cien y no demuestran mucho cariño...y me hubiese encantado verlos como a los tuyos..pq eso en verdad te llena de felicidad!! ahora habrá q luchar por conseguir una historia parecida pero en uno mismo! un beso y te sigo tb :)

Pensamiento Fugaz dijo...

Sabia yo que no solo a mi tus padres me transmitían ese amor que parece no morir nunca :) es precioso rocio

Pensamiento Fugaz dijo...

Sabia que no solo a mi tus padres me transmitían ese amor que parece no morir nunca. que bonito rocio :)