Lectores

lunes, 23 de abril de 2012

Que ambos ganamos la guerra porque estuvimos juntos en las pequeñas batallas.

Podría ahogarme en sus pisadas y renacer con sus palabras. Puede que mi sonrisa se forme con los hilos que el maneja. Con sus gestos, hasta con el último de sus movimientos. ¿Conoces esa sensación de llevar la felicidad como vestido? Como el vestido más bonito del mundo, el que todo el mundo mira, el que todo el mundo envidia. Y como complemento la ilusión, aquella que pocos conocemos, aquella que pocos pueden hacer que  conozcamos. Porque el amor no se trata solo de dias de palabras bonitas, de miradas cruzadas, y de besos en la puerta de casa. Conseguir el equilibrio, la estabilidad con alguien depende de los mismos hilos que dibujan sonrisas en rostros enamorados. Cuesta hallar el camino para que todo esté en su sitio, en su perfecto orden, pero cuando consigues recorrer ese trecho puedes pararte a observar todo lo que has vivido, y que las peleas de antaño, los pensamientos tontos venidos a más y el dolor han sido necesarios para poder tocar ese cielo del que tantas veces te habían hablado y del que habias dejado de creer. Menos mal que hay personas que siempre cumplen sus promesas y no les importa llevarte al cielo, al infinito...o más allá.

3 comentarios:

Martita dijo...

Que entrada más bonitaa! Puede que mi sonrisa se forme con los hilos que el maneja. Esa parte me ha encantado. Es genial!
Pd: arriba las 85, sí! jajajaja

Jara dijo...

Me encanta tu blog, tus entradas, esnerio, aquí tienes una seguidora más! un beso!:)

Jara dijo...

Me encanta esta entrada tu blog, enserio! Aquí tienes una seguidora más!:)