Lectores

lunes, 5 de abril de 2010

Que toda tu risa le gane ese pulso al dolor.

He tenido miedo, he sufrido ataques directos al corazón, de esos que dejan huella. Pero nunca esperé que si me dejabas huella fuera por esta razón. Te adentraste en cada uno de los poros de mi piel, en cada uno de mis pensamientos, fuiste parte de mis ideas y rompiste los espejismos de ayer. A pesar de la multitud de silencios de los que hemos sido protagonistas y de lo mucho que me dolia aquella ausencia de palabras continua, lo anhelo, anhelo hasta el pestañeo de tus ojos. Tus maravillosos ojos, aquellos que me enamoraron desde el primer momentos y que fueron testigos del primer suspiro y del último enfado. Contigo me ilusioné como nunca antes lo había hecho, tenías la capacidad, el don, el talento de hacerme feliz cada mañana, solo nos bastaba una ojeada para que en nuestras caras se dibujarán sonrisas que iban cogidas de la mano.
Pero tú siempre fuiste mi lluvia, sabiamos que la tormenta llegarías antes o después, no deberiamos haber sido tan ingenuos al pesar que todo iba a ser fácil. ¿Cómo iba a ser fácil si lo habiamos complicado todo haciendo dificil? Sí habiamos convertido nuestra complicidad en un tema público, no era de extrañar que aquella bomba nos estallara en las manos. Estuvimos a un paso de la felicidad más absoluta, pero lo dejamos pasar. Yo me dejé enamorar por otro que no sufria de pánico escénico y tú te dejaste engañar por ese mismo que no sufria de remordimientos.

2 comentarios:

como si pudiera ser facil dijo...

me gusto leer esto !
pasa por mi blog!
besotes!

Pensamiento Fugaz dijo...

como siempre,me apasiona leer lo que escribes.
¿porque? porque eres autentica.
y sabes que? una vez te definí como una de las mejores personas que conocia,y para mi una gran persona ha de ser como tú, que no le importe perder si las personas a las que quieren, aunque duela, acabarán ganando :) Te Quiero mucho (L)