Lectores

miércoles, 1 de julio de 2009

Tengo tantas cosas que decir….hoy deberia confesarme ante ti y ante todas las personas que han vivido conmigo esta farsa. Hoy deberia ser valiente y admitir que él no era quién me importaba, que por él no suspiraba, que mi estúpida sonrisa iba dirigida a otra mirada que no era azul. Tú lo sabías. Eras mi complice en la realidad. Y yo era quién guardaba cada uno de tus detalles en el baúl de los recuerdos para seguir pensando y creyendo que lo que nos pasaba no podia ser verdad. Una historia de cuento pero no la vivimos. No deje que la vivieramos. Cree un particular muro hacia a ti que hacia aguas por todos lados y ¿cuál fue tu respuesta? Dejarme sin palabras demostrando todo lo que soy para ti. Abrazando mis ilusiones (las que queria matar, entiendeme, tú eras y eres el fruto prohibido) conseguiste que nos uniéramos, que se me hiciera insoportable alejarme de ti, que mi mundo con el chico de hielo se fuera al traste. Me cambié de bando por ti. Pero eso solo lo sabias tú y mi subconsciente porque debido a mi orgullo nunca admitiria lo que era tan visible para esos ojos que nos observaban. Pero quizá esos ojos también tenian una venda (recuerda ojos que no ven, corazón que no siente)

Hubo un tremendo cambio en nuestra relación, superamos aquel duro ecuador donde tus palabras se ahogaron en mi silencio. Dolió, dolió demasiado, hacerte daño no me salio gratis porque el daño que me hice a mi misma te aseguro fue bastante peor. Pero volviste a curar mis heridas y las tuyas y ahí me rendí definitivamente.

Podría seguir contando esta historia, pero hay tantos capítulos que no quisiera gastarla con palabras insignificantes, no quiero que los detalles rompan la magia….Quisiera ir en tu busca decirte que ahora es el momento, sé que tú sigues esperandome, pero la eternidad no está hecha para nosotros.

Me has dicho tantas maravillas, me has dedicado tantas palabras de amor que ahora me siento demasiado pequeña si comparo todo lo que tú has hecho por mi y las simples tonterias que yo te dediqué. Hoy deberia confesarme diciéndote que eres la mejor persona que me he encontrado en la vida y que te quiero, pero ya es demasiado tarde para eso. Porque después de todo lo que hemos vivido un simple te quiero se queda demasiado corto, pero mañana me levantaré una vez más y recogeré todos nuestros sentimientos sobre folios que llevan tu nombre, los reciclaré y haré con ellos aviones de papel (intentaré que mis lágrimas no los rompan) porque al fin y al cabo nunca te he confesado que no creo que las palabras se las lleve el viente (pero los aviones si ¿o no?)

2 comentarios:

Acuarius dijo...

Gran idea, la del avión :)

Luz dijo...

ay...me has hecho suspirar tantas veces mientras lo leía...