La amistad, cuando es de verdad, debe transpasar la distancia y las fronteras que nosotros nos encargamos de generar, al igual que la muralla del tiempo, porque una amistad puede ser eterna. Y nosotras, teniamos todos los ingredientes para conseguirlo, entonces ¿que nos pasó?, ¿que ocurrió derepente para que nuestro lazo fuera despedazado?
Las tres juntas formabamos un equipo invencible. No había día que no nos rieramos, que no compartieramos hasta la más minima tonteria. Éramos cómplices en la realidad, formando nuestro propio mundo, al cuál ya he dejado de visitar, porque solo encuentro restos de lo que un día fuimos.
No quiero que llegue el momento en que nos crucemos por la calle, y nos tengamos que saludar por educación. Quiero seguir viendo esas caras (que tanta alegria le han dado a mi vida) y encontrar la chispa que durante años creamos, porque sé que sigue estando ahi. Sé que puedo seguir encontrando en vosotras la fe en un mundo mejor. Porque un dia fuimos el significado de la amistad personificado, y la envidia de toda aquella gente que a su alrededor solo tenia buitres. Ojala todo volviera ser así, ojala volvieramos a ser esas tres chicas de quince años, que no se separaban, que compartieron cada segundo de su existencia, y que se convirtieron en hermanas para siempre.
1 comentario:
Creo que me he emocionado.
No tengo palabras...La amistad si es de verdad nunca muere.Simplemente creo que se nos ha olvidado echarle una mano de pintura :)
Pero eso es cuestión de ponerse y como nueva! te Quiero Feorra ! (L)
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